Algunas empresas consideran la capacitación laboral como un gasto. Pero lo cierto es que la formación de los equipos de trabajo es una inversión vital para las organizaciones, porque que les permite mejorar en diferentes aspectos.
A saber:
Capacitación laboral como herramienta para la consecución de objetivos estratégicos
Una de las claves del éxito en cualquier programa de formación laboral es la alineación de los objetivos del negocio con los de cada curso en específico. De esa manera, las habilidades adquiridas por los empleados tendrán una razón de ser y cumplirán una función específica en el desarrollo de la empresa. Es decir, no se trata solo de capacitar por capacitar.
En ese sentido, para que los programas de formación laboral realmente aporten al logro de las metas corporativas, los objetivos también deben alinearse con las necesidades de los empleados a formar. De acuerdo con un Informe sobre el aprendizaje en el lugar de trabajo -publicado por 24x7 Learning Inc.- solo el 11% de los alumnos es capaz de hacer un uso completo de la capacitación recibida, lo que subraya la importancia de realizar un buen mapeo de los requerimientos de los alumnos antes de brindarles nuevos conocimientos.
Capacitación laboral como un método de retención de talento
Contar con los mejores talentos del mercado es vital para cualquier empresa, no solo porque son más eficientes en el desarrollo de los diferentes flujos de trabajo, sino porque también pueden aportar ideas para mejorar el negocio. Además, los altos índices de rotación afectan las finanzas notoriamente al crear gastos innecesarios que pueden llegar a ser de entre seis y nueve meses de salario por persona.
Por eso la captación y retención de talento es, actualmente, una prioridad estratégica. En ello, la formación laboral es imprescindible. Alrededor del 40% de los empleados que no reciben una formación adecuada abandonan su empleo antes de un año.
Por otro lado, en una encuesta realizada por la Revista CED, 70% de los trabajadores dijeron que la capacitación relacionada con el trabajo y las oportunidades de desarrollo influyen directamente en su decisión de permanecer en una empresa.
Adicionalmente, la capacitación también hace que la empresa sea más atractiva para el talento recién egresado de la universidades o retirado de otras empresas que buscan mejorar sus habilidades.
Capacitación de empleados para aumentar la productividad del negocio
Los trabajadores bien capacitados tienen muchas más habilidades que aquellos que reciben poca o ningún tipo de formación laboral, permitiéndoles desarrollar sus tareas con un mayor grado de eficiencia, rapidez y precisión.
Además, se están más satisfechos y comprometidos pues, como ya se señaló, la falta de capacitación laboral por parte de las empresas es una de las causales de renuncia.
Todo esto se traduce en mayor productividad para la empresa. De hecho, las estadísticas señalan que las organizaciones que ofrecen programas de capacitación integrales tienen un ingreso por empleado un 218% más alto que aquellas que no lo hacen.
Capacitación de empleados para reducir los costos del negocio
Al tener trabajadores bien capacitados, disminuyen los errores en la ejecución de los diferentes procesos administrativos y operativos de la empresa. Atrás van quedando, por ejemplo, la interrupción en las líneas de producción por daños en la maquinaria a causa de una mala manipulación.
Además, se reducen aspectos importantes, como:
- El uso ineficiente del tiempo y los materiales.
- Los accidentes de trabajo.
- Los costos de mantenimiento de los equipos, ya que al ser manipulados correctamente aumenta su vida útil y disminuye el porcentaje de daños asociados a su uso.
También está la reducción de costos asociada a la retención de talento. Si los empleados obtienen de la empresa la formación que tanto consideran importante, no se irán y la empresa no tendrá que incurrir en los gastos que supone el reemplazo de personal.
Capacitación para responder eficazmente al cambio
Actualmente, las empresas se enfrentan a un cambio constante en la forma en que ejecutan sus procesos, impulsado especialmente por el desarrollo tecnológico. Cuando no cuentan con el personal capacitado para enfrentarlo, tienen que contratar nuevos trabajadores o externalizar tareas, asumiendo gastos adicionales.
Pero si los empleados poseen conocimientos actualizados, la brecha de habilidades al interior de la empresa disminuye. Los mismos trabajadores que antaño desarrollaban X tarea de forma tradicional pueden pasar a realizarla bajo un método innovador, sin generar mayor impacto en la estructura organizacional.
La formación laboral es un motor importante en el crecimiento de las organizaciones. Además, la Ley de Capacitación ofrece un beneficio que no se puede desaprovechar. De acuerdo con el SENCE, las empresas que tributan en primera categoría tienen derecho a:
“…hacer uso de hasta el equivalente al 1% de la planilla de remuneraciones imponibles anuales de sus trabajadores, destinando estos recursos a la capacitación. Su beneficio en términos de costos, es que si la empresa obtiene utilidades al final de su ejercicio anual, deduce de impuestos lo invertido en capacitación y, de registrar pérdidas, el Estado le devuelve lo que haya invertido, por lo que en ningún caso son un gasto para el empresario”
Sin embargo, para que las capacitaciones sean realmente exitosas deben ser planificadas por un conocedor en la materia, y ser constantemente monitoreadas para evaluar en qué medida se están alcanzando los resultados propuestos.