Nuestra realidad, marcada por la globalización y digitalización, se ha caracterizado por sus enormes avances en tecnología y desarrollo social. En ese sentido, y para que las empresas se mantengan competitivas, es imprescindible que los empleados se encuentren constantemente actualizados no solo en sus respectivas áreas de profesionalización, sino también en cuanto a los objetivos y metas que tendrá la empresa para cada año laboral.
En Chile, cada año 28.000 empresas invierten en capacitaciones, entendiendo que se trata de instancias que incentivan el compromiso entre empleados y empresa, ya que significan una inversión en el talento humano que beneficia a ambas partes.
Por otro lado, las empresas que cuentan con mayor compromiso de sus empleados pueden lograr incrementar la lealtad de sus clientes en un 50%.
Para ofrecer una capacitación de calidad, es importante prestar atención a la metodología de trabajo: a diferencia de los talleres (en donde solo se asiste de oyente para aprender enfocado a un objetivo muy específico), una capacitación es un proceso delicado de aprendizaje donde se espera que el grupo asistente aprenda, reflexione y participe activamente. Para lograrlo, es fundamental que el/la capacitador/a tenga formación no solo en la materia a abordar, sino en la forma de enseñar.
Características de una capacitación de calidad
1. Programa concreto y manejo efectivo del tiempo
Una propuesta de capacitación debe contar con un programa estructurado, con temas y tiempos definidos para cada fase y objetivo. Esto no solo permitirá desarrollar las actividades de manera organizada, sino que también será uno de los indicadores que nos permitirá medir qué tan eficiente ha sido el proceso de capacitación dependiendo de cómo se ha manejado el programa.
2. Identificación de las necesidades del grupo y de los objetivos de la empresa
El objetivo de cada capacitación puede variar: tal vez sea sobre una materia técnica o una forma de fomentar el liderazgo. Aunque estas capacitaciones suelen contar con programas y metodologías pre-establecidas, a la hora de hacer e implementar una propuesta de capacitación es importante que se tomen en cuenta tanto las necesidades de los alumnos como los objetivos a lograr por parte de la empresa.
Así, alumnos y empresa tendrán una retribución a su esfuerzo con profesionales más capaces y alineados con la organización.
3. Establecimiento de metas e instrumentos de medición
Anteriormente mencionamos que el manejo efectivo del programa de capacitación funciona como un indicador de eficiencia. Es necesario que la capacitación cuente también con otros instrumentos de medición de cumplimiento de objetivos, como encuestas, pruebas o actividades que nos permitan saber si las metas establecidas se han cumplido adecuadamente. Una buena capacitación también toma en cuenta la opinión de los participantes sobre el proceso.
4. Fomento del liderazgo y del trabajo en equipo
Toda empresa cuenta con equipos de trabajo. Es difícil pensar en un área de la empresa que se componga de una sola persona: incluso las startups necesitan de más de una persona para cumplir tanto con la idea de negocio como con sus obligaciones legales y administrativas. Una buena capacitación toma en cuenta esta realidad, fomentando tanto el trabajo en equipo como el liderazgo a través de actividades grupales.
5. Creatividad y dinamismo
Seamos honestos: ir a escuchar hablar a una persona monótonamente mientras pasa láminas genéricas de power point es bastante tedioso.
Las capacitaciones deben hacer todo lo posible por encantar a los alumnos con las materias a tratar y, para esto, deben abordarse con creatividad y dinamismo, es decir: deben incluir actividades de participación en donde los alumnos se sientan seguros expresando sus ideas y se diviertan aprendiendo. Discusiones, juegos y plataformas interactivas durante la capacitación nunca estarán de más, siempre que cumplan con un objetivo concreto.
6. Refuerzo de lo aprendido y evaluación
Una capacitación de calidad tiene en cuenta la necesidad del refuerzo: una vez pasado todo el proceso de capacitación es necesario hacer un recuento de los temas y conocimientos adquiridos para asegurarnos de que se traduzcan en una mejora del trabajo.
Además, nunca debe faltar una evaluación que nos permita poner a prueba lo aprendido. Aquí, más que pruebas individuales, las actividades en grupo permitirán conocer el impacto en el ambiente real de trabajo.
Ahora que ya conoces cuáles son las características esenciales de una capacitación de calidad, te invitamos a que evalúes junto a tus trabajadores cuáles son sus necesidades y las de la empresa para buscar opciones de capacitación que se adecúen a ambas partes y les permitan trabajar de manera más eficiente (y ¿por qué no? agradable) ¡No lo dejes para mañana! Agenda una reunión hoy mismo y da el siguiente paso en el camino al éxito empresarial.