Como empleado hay que tener presente que, para las empresas, la retención de talento es una prioridad estratégica. Mantener en el tiempo a los mejores colaboradores es imprescindible para incrementar la productividad porque son más eficientes en el desarrollo de los procesos y, por lo general, muestran mayor compromiso. Y eso se traduce en mayor productividad.
Además, los índices de rotación altos afectan significativamente las finanzas del negocio porque crean gastos innecesarios –como un nuevo proceso de contratación e inducción- que pueden alcanzar un monto equivalente a entre seis y nueve meses de salario por colaborador que renuncia.
Es en ese contexto, que los empleados deben buscar oportunidades de crecimiento que le confieran características de eficiencia con el fin de ser parte de una nómina empresarial que busque mantener a los mejores talentos dentro de sus operaciones. Además, la formación continua entrega herramientas para crear un sentido de compromiso con la empresa.
Por lo tanto, ser parte de programas de capacitación de personal impartidos por una institución especializada es una de las mejores decisiones que se pueden tomar para cumplir con dicho objetivo. ¿Por qué? Bien, la respuesta a la pregunta se encuentra a continuación:
1. Mejora la participación en los procesos de la empresa
La pérdida de un empleado durante los primeros meses de prestación de servicios puede ser sumamente costoso para las organizaciones, no solo por los gastos asociados a la nueva contratación sino porque se va antes de aportarle al negocio todo lo que tenía para dar. Pero la capacitación personal, vista desde la inducción, se erige como una solución para evitar una pronta partida.
Los programas robustos que abarcan desde temas como las habilidades y conocimientos propios del puesto de trabajo, hasta la cultura, los valores y la motivación, ayudan al colaborador a adaptarse rápidamente al ambiente laboral de la empresa. Así mismo, generan participación y compromiso porque se percibe, desde un comienzo, que la compañía se preocupa por su bienestar, se pueden aprender nuevas cosas y se tiene oportunidades de desarrollo.
2. Aumenta el "querer permanecer en la empresa"
Los colaboradores talentosos siempre quieren aprender y desarrollarse más. De hecho, cerca del 40% de los trabajadores que no reciben una formación adecuada dejan su empleo antes de un año y, según una encuesta realizada por la Revista CED, siete de cada diez empleados afirmaron que la capacitación relacionada con el trabajo y las oportunidades de desarrollo influyen directamente en su decisión de permanecer en una organización. Si bien es cierto, el salario es importante en la decisión de permanecer en una empresa, otros factores “más subjetivos” como la flexibilidad horaria y las oportunidades de desarrollo profesional también son relevantes.
En consecuencia, la capacitación de personal es clave para formar una relación de pertenencia con la empresa en la cual el empleador está trabajando. Cuando se forma parte de un programa de formación, se comprueba que el lugar de trabajo es el adecuado, ya que entrega las herramientas para demostrar el potencial para aprender y crecer profesionalmente. Por lo tanto, se experimenta satisfacción, el compromiso aumenta y las intenciones de migrar a otro trabajo se reducen.
Por supuesto, hay que pensar en la formación continua, pues si la capacitación de personal es demasiado esporádica la sensación “de estoy en el sitio correcto” puede desaparecer. Al respecto se deben tomar programas perfectamente alineados con las labores y las aspiraciones que se tengan.
3. Permite a los empleados adaptarse al cambio
El desarrollo tecnológico produce cambios importantes en la forma en que se desarrollan los procesos, generando una brecha de habilidades que, de no ser atendida con prontitud, puede convertir rápidamente las destrezas presentes de un empleado en obsoletas. Esto puede generar frustración, estrés y desesperanza. ¿Y qué solución se erige frente a sus ojos? La renuncia. Porque se tiene que buscar una empresa donde los conocimientos sean valorados y se pueda desempeñar con soltura.
La actualización de conocimientos, por supuesto, ayuda a los trabajadores a adaptarse a esos inevitables cambios impulsados por la tecnología. Por lo demás, la capacitación puede orientarse hacia temas más emocionales y psicológicos, como la construcción de un buen ambiente laboral, el cumplimiento de los deberes, la superación personal, la colaboración y demás factores determinantes en la decisión de irse o quedarse de un trabajador.
Por lo tanto, la capacitación debe ser altamente valorada por los trabajadores. Elegir programas de formación que deriven en una mayor satisfacción y productividad permite obtener un diferencial competitivo. Además, dedicar esfuerzos a la formación de habilidades y aprovechar las oportunidades de crecimiento es una de las mejores elecciones que debe tomar un trabajador para que su talento sea valorado dentro de la organización.